¿Te identificarías con falta de esperanza?
Artículo por Fundación Sal
YCC

¿Hay esperanza? Enciende la televisión, ve o sigue las noticias desde tu celular y probablemente no sentirás que es muy esperanzador. Guerra, caos, gobiernos injustos, opresores o corruptos, violencia, delitos por doquier. El mundo pareciera estar de cabeza, y no parece que haya alguien que pueda ponerlo en orden. Quiero contarte brevemente como este caos tiene que ver con el mejor regalo: Navidad. 

Cuando el profeta Isaías profetizó sobre el nacimiento de Jesús, el pueblo de Israel estaba viviendo en un tiempo de profunda oscuridad y deseperación. ¿Te suena familiar? Puede ser que hoy  estés leyendo esto y te sientas con un profundo sentimiento de desesperanza, tus emociones te invaden y tus pensamientos te dicen una y otra vez que los días oscuros no terminarán, que no lograrás cumplir esas metas que tanto deseas, o que tu vida no tiene propósito. 

Pero la llegada de Jesús cambia abruptamente la historia para decirnos que aún si los días se ven oscuros, hay esperanza en Jesús. Dios no es lejano, ni se interesa solamente en los asuntos “grandes” como la opresión de gobiernos, o la inseguridad mundial, no, Dios se interesa por ti y por mi, y ese es lo que hace que Jesús sea el regalo perfecto de navidad. ¡¡Dios es tan cercano que viene al mundo para revelarse a la humanidad!! Y no sólo eso…

En la vida buscaremos muchas formas de encontrar esperanza, de esperar con buena actitud, hasta con optimismo, pero tal vez te identifiques conmigo y a pesar de intentarlo mucho, con mucho esfuerzo y toneladas de optimismo, me canso y desisto. ¿Te suena familiar? Dios nos hace una promesa, con él nunca estaremos solos, y nuestra esperanza no estará en alguien que no cumple sus promesas, sino en un Dios fiel que cumple sus promesas siempre.

Tal vez has buscado tener esperanza y te has cansado, tal vez te has quedado en un punto de “mantenimiento” o “sobreviviendo”, tal vez tratas de negar o evadir la desesperanza con alguna sustancia que te hace dejarlo a un lado, pero ese no es el propósito que Dios tiene para nuestras vidas. Jesús promete que al venir al mundo vino a darnos vida y vida en abundacia, una vida con propósito. 

“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” 

Juan 10:10

Hoy te invito a conocer más acerca de Jesús y de no perderte de conocerle de cerca y tener esa vida en abundancia, una vida que vive en esperanza, no por las circunstancias, sino por el gran Dios fiel que controla las circunstancias. Hoy te invito a descargar en él tus preocupaciones, frustraciones, miedos y deseperanza. En Dios hay esperanza. En Navidad, nació la esperanza. 

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